lunes, 26 de mayo de 2014

FILOSOFO DE NICOLAS MAQUIAVELO

FILOSOFO DE NICOLAS MAQUIAVELO

Con el renacimiento, aparece en la realidad política del mundo una nueva magnitud política: el Estado nacional que lucha por su autoridad, por su liberación de los lazos supranacionales del sistema medieval, por su unificación y organización unitaria.
A principios del siglo XVI, casi toda Europa occidental ofrece una estructuración basada en monarquías absolutas, que adoptan una política consciente de explotación de recursos nacionales, de fomento del comercio, tanto interior como exterior, de desarrollo del poder nacional, y de concentración de las fuerzas militares y de la administración de justicia.
También es necesario destacar, que la aparición del Estado moderno, caracterizada por los monarcas absolutos que centralizan la lucha por su primacía (en lo interior, contra los señores feudales y en lo exterior, contra el pontífice y el emperador), hubiera sido imposible sin un apuntalamiento ideológico y nadie en muchos siglos se había aproximado a develar la naturaleza del poder en forma tan realista y desnuda como Nicolás Maquiavelo con su separación de la política de la moral.
Filósofo, político, diplomático, poeta e historiador italiano, cuyos escritos sobre habilidad política convirtieron su nombre en un sinónimo de astucia y duplicidad.
Nicolás Maquiavelo nació en el seno de una familia noble empobrecida, de padre abogado y madre descendiente de una familia influyente. En 1494 fue nombrado secretario de la segunda cancillería encargada de los Asuntos Exteriores y de la Guerra de la ciudad, cargo que ocupó hasta 1512 y que le llevó a realizar importantes misiones diplomáticas en varias ciudades italianas, Francia y Alemania.
Maquiavelo es un republicano de Florencia que cae en desgracia cuando se restablece el poder de los Medicas (pese a que es a Lorenzo de Médicas a quien le dedica El príncipe). Su ambición es restaurar la unidad italiana y su modelo es la República Romana, pese a lo cual sostiene que en ciertas circunstancias es necesaria la autoridad de un príncipe fuerte. El maquiavelismo suele asociarse a la inmoralidad. En este sentido, lo que se debe tener en cuenta que Maquiavelo no se centra en analizar cuál es el mejor gobierno, ni la legitimidad, sino únicamente la técnica política que permite conservar el poder y mantener el orden.
La fortuna condiciona los acontecimientos pero el político puede superarla mediante su sagacidad y resolución. De esta forma, para el príncipe solo v ale el resultada y si es exitoso, entonces todos los medios utilizados serán juzgados honorables: el fin justifica los medios.
Para Maquiavelo, la política es pues, un juego de voluntades individuales, un arte de calcular. En esta línea, la política se independice de cualquier otro orden de pensamiento.
En el polo opuesto a Maquiavelo, encontramos a:
Erasmo de Rotterdam: aconseja al príncipe que abandone el poder antes de cometer injusticias.
Tomas Moro: Publica en 1516 su obra Utopía o la visión de un estado ideal e igualitario en el que nadie posee nada en propiedad y los magistrados son elegidos entre el pueblo.

MARTIN  LUTERO
Martín Lutero fue una figura crucial de la Edad Moderna en Europa, la influencia del conjunto de sus teorías y doctrinas (que suele ser denominado luteranismo) se extendió, más allá de la religión, a la política, la economía, la educación, la filosofía, el lenguaje, la música y otros espacios de la cultura.
Nació en Eslemben el 10 de noviembre de 1483. Recibió una sólida educación en Mansfield, Magdeburgo y Eisenach. En 1501, a los 17 años de edad, ingresó en la Universidad de Erfurt, donde se licenció en 1502 y doctoró en 1505. Después quiso estudiar Derecho, pero en el verano de 1505 abandonó de pronto sus estudios. En el otoño de 1506 profesó como monje y un año después se ordenó sacerdote, e ingresó en el monasterio de los agustinos de Erfurt. Con el propósito de estudiar teología para ocupar una cátedra en una de las muchas universidades alemanas regidas por los monjes, su amigo y consejero Johann von Staupitz, vicario general de los agustinos, le asignó en 1508 un curso introductorio de filosofía moral en la nueva Universidad de Wittenberg (fundada en 1502). En 1509 se licenció en teología y volvió a Erfurt, donde impartió clases y estudió (1509-1511). En noviembre de 1510 visitó Roma en representación de siete monasterios agustinos y cumplió los deberes religiosos acostumbrados para un visitante piadoso, pero la mundanidad del clero romano le indignó. Al poco tiempo de reanudar sus deberes en Erfurt, fue enviado a Wittenberg para estudiar el doctorado de teología. En 1512 se doctoró y asumió la cátedra de Teología Bíblica que conservó hasta su muerte, el 18 de febrero de 1546. Después de articular su teología básica en sus primeros escritos —De la libertad del cristiano (1519), Manifiesto a la nobleza cristiana de la nación alemana (1520), La cautividad de Babilonia (1520), De la esclavitud del arbitrio (1525)— publicó su libro más famoso, Pequeño catecismo (1529).
El iniciador de la Reforma protestante fue educado con gran rigor en su casa y en la escuela. El propio Lutero ha narrado como su madre le azotó hasta hacerle sangrar por haber comido una nuez sin permiso. Miembro de una familia de agricultores, había nacido en la localidad sajona de Eslemben el 10 de noviembre de 1483. La familia -sus padres se llamaban Hans Luther y Margarita Ziegler - se trasladó a la región minera de Mansfield donde, tras unos primeros años de grandes esfuerzos, consiguió prosperar. Hans pudo dar a su hijo primogénito una buena educación, estudiando en Magdeburgo y Eisenach antes de iniciar la carrera de leyes en Erfurt. En la universidad de Erfurt conoció el joven Martín a Erasmo y en el verano de 1505, impresionado por una tormenta que le sorprendió en pleno campo, decidió hacerse monje, lo que no gustó al padre.

LAS 5 VIAS DE SANTO TOMAS DE AQUINO
Primera vía: El movimiento como actuación del móvil: Es cierto y consta por el sentido que en este mundo algunas cosas son movidas. Pero todo lo que es movido es movido por otro. Por tanto, si lo que mueve es movido a su vez, ha de ser movido por otro, y este por otro. Mas así no se puede proceder hasta el infinito… Luego es necesario llegar a un primer motor que no es movido por nada; y este todos entienden que es Dios.
Segunda vía: Experiencia de un orden de causas eficientes: Vemos que en este mundo sensible existe un orden de causas eficientes; pero no vemos ni es posible que algo sea causa eficiente de sí mismo, porque de lo contrario sería anterior a sí mismo, lo cual es imposible. Ahora bien, no es posible que en el orden de causas eficientes se proceda hasta el infinito… Luego es necesario suponer una causa eficiente primera, que todos llaman Dios.
Tercera vía: La contingencia o limitación en el existir: Nos encontramos con cosas que tienen posibilidad de existir y de dejar de existir, pues algunas se engendran y se corrompen. Ahora bien, lo que tiene posibilidad de no existir alguna vez no existe. De ahí que si todas las cosas tuviesen esa posibilidad de no existir, alguna vez no habría existido nada, y por consiguiente ahora tampoco, pues de la nada no procede nada. Pero dado que ahora existe algo, es que no todas las cosas tienen posibilidad de existir y de no existir, que algo ha de ser necesario, y esto, en última instancia, es Dios.
Cuarta vía: Diversos grados de perfección en las cosas: Encontramos en este mundo cosas más o menos buenas, más o menos verdaderas, más o menos nobles, y otras cualidades así. Ahora bien, el más y el menos se dicen de cosas diversas según la diversa aproximación a lo que es máximo en ese orden. Por eso ha de haber algo que sea óptimo, nobilísimo, máxima mente verdadero y, por consiguiente, máximo ser. Y como lo que es máximo en un género es causa de todo lo que se contiene bajo ese género, ha de haber un máximo ser causa de la bondad, de la verdad, de la nobleza y de las demás cualidades por el estilo; y este es Dios.
Quinta vía: El gobierno de las cosas: Vemos que algunas cosas que carecen de conocimiento, esto es, los cuerpos naturales, obran con intención de fin… Ahora bien, las cosas que no tienen conocimiento no tienden a un fin si no son dirigidas por algún cognoscente e inteligente. Luego existe algún ser inteligente que dirige todas las cosas naturales a un fin; que es lo que llamamos Dios.

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